El patrimonio espiritual

Las líneas directrices de la Legión de María fueron la primera inspiración de los fundadores de lo que se convirtió en la Asociación FIAT. Veronica O’Brien, que formaba parte de esta Asociación, encontró en monseñor L. J. Suenens, obispo auxiliar de Malinas, un aliado para apoyar teológica y espiritualmente el apostolado de la Legión de María. Fue ella quien le pidió que escribiera La teología del apostolado.

            En esta invitación, Monseñor Suenens, que tenía como lema episcopal «In Spiritu Sancto», reconoció una inspiración del Espíritu. El concilio Vaticano II ciertamente hizo más profunda la teología del cardenal Suenens: la prioridad del Pueblo de Dios, antes de hablar de la jerarquía, estaba de acuerdo con la inspiración de la Legión de María, que es un movimiento laico. La Iglesia es, ante todo, el Pueblo de Dios que participa en la vida divina. A través del bautismo somos introducidos en esta nueva creación y somos invitados a ser testigos de Cristo en el mundo en nuestra vida de todos los días. Los carismas no son excepciones que tenían cabida en tiempos revueltos, al principio de la Iglesia. Al contrario, todavía hoy son poderosos medios de evangelización.

            El concilio habló de María como figura de la Iglesia (Urbild der Kirche): ella había sido la primera creyente por su fiat, y por esa razón es la Madre de todos los fieles. En la Constitución Lumen Gentium, el concilio Vaticano II optó por una mariología que no es una devoción particular, sino que sitúa a María en el corazón mismo de la vida de la fe. El concilio Vaticano II vio en María, en primer lugar, «aquella que ha creído», y evitó considerar a María como «mediadora de todas las gracias».

            A partir de los años 1975-1980, se produjo una creciente influencia de la Comunidad de Emmanuel, fundada por Pierre Goursat. Esta Comunidad combina, por así decirlo, el Movimiento carismático con la espiritualidad tradicional francesa (devoción al Corazón Traspasado de Jesús, en la tradición de santa Margarita María Alacoque y de la Visitación). Paray-le-Monial es el lugar donde el Movimiento carismático y la Comunidad de Emmanuel se reencontraron, sobre todo en las reuniones anuales organizadas por esta Comunidad.

            Se hace hincapié en la eucaristía y la adoración del Santo Sacramento, el sacramento de la reconciliación y la formación teológica. Los inspiradores de FIAT se sintieron a gusto con esta alianza entre la espiritualidad francesa tradicional y la Renovación en el Espíritu, al tiempo que pusieron un mayor acento en el papel de María, en la línea de la espiritualidad de san Luis María Grignion de Monfort.