¿Cómo rezar rosario FIAT?
Empezamos santiguándonos y proseguimos con la oración FIAT
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Espíritu Santo:
Ayúdanos a revivir, en unión con María,
los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y
gloriosos de Jesús.
Concédenos que
animados por la fe de nuestro Bautismo, alimentados por la Eucaristía,
y renovados por la gracia de Pentecostés,
vivamos en palabras y en actos,
siempre y en todo lugar,
como fieles testigos de Cristo y del amor de su Divino Corazón. Amén.
A continuación, nos tomamos un tiempo para hacer subir en nosotros las intenciones que traemos a la oración, y lo concluimos con el padrenuestro.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
A continuación, recorremos y meditamos los misterios de la vida de Jesús. Cada misterio comporta tres «avemarías», seguidas de :
“ Gozo y gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén “.
Dios te salve María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres. Y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Misterios gozosos: (perla azul) – La Natividad de María – La Anunciación – La Natividad de Jesús Misterios luminosos: (perla blanca) – El bautismo de Jesús – Las bodas de Caná – La institución de la Eucaristía Misterios dolorosos (perla roja) – La agonía de Jesús – Jesús carga con la cruz – La crucifixión de Jesús Misterios gloriosos (perla amarilla) – La resurrección de Jesús – La venida del Espíritu Santo – La asunción de María |
Después de la última perla se recitan las tres invocaciones y la consagración a María.
San José, protector de la Sagrada Familia,
protégenos.
San Miguel arcángel,
de las potencias del Mal, defiéndenos.
Todos los ángeles y santos de Dios,
rogad por nosotros.
Oh María, enséñanos a decir SÍ al Señor.
Oh María, cada instante de nuestra vida.
Oh María, enséñanos a decir GRACIAS al Señor.
Oh María, cada instante de nuestra vida.